Con motivo de celebrar el Centenario
de la fundación de las Carmelitas de San José, Madre María de Jesús del Cid con
el resto de las hermanas organizaron el viaje hacia El Salvador, para acompañar
los actos que se llevarían a cabo en las instalaciones del Colegio Belén y
otros puntos de la ciudad de Santa Tecla, fue así como profesores, amigos de la
obra y religiosas deberían estar listos en las instalaciones del Instituto San
José del Carmen, el día miércoles 12 de octubre a las 5:30 a.m. En caso similar
como el que comentaron nuestros hermanos salvadoreños en su relato, que padres
de familia llegaron tarde a la cita en su visita por Honduras, acá todos estuvimos a tiempo a excepción
de un motorista de una unidad de transporte quien llegó con unos minutos de
retraso, habiendo recibido algunas recriminaciones de parte de los pasajeros se procedió
a ingresar a los buses y emprender el largo viaje hacia tierras cuscatlecas,
debo hacer mención que para guardar el orden en cada transporte íbamos
vigilados por Madre Irene y Madre paty.
Tegucigalpa aún permanecía en calma
cuando dejamos sus dominios y tomamos la carretera hacia el sur, algunos
aprovecharon para reponer un poco las energías tratando de dormir un momento,
otros se deleitaban con los paisajes que ofrece esta zona del país, más sin
embargo el bullicio no dejó dormir a ninguno, las risas y las conversaciones no
dejaron que nadie se entregara a los brazos de Morfeo.
En las unidades de transporte todo era alegría, y al cabo de un par de horas
descendimos a los valles del sur y eso nos daba la certeza que la frontera
estaba a unos poco kilómetros, El Amatillo nos recibió con su ambiente agitado,
pero para nuestros intereses logramos pasar rápidamente por ambos puntos
migratorios, sin embargo allí se aprovecho para pasar al baño y adquirir algún
alimento pues en el bus solamente veníamos comiendo una que otra golosina,
algunos desde hacía ratos venían añorando un cafecito para terminar de
despertar.
Después de cruzar la frontera nos
esperaba un largo trayecto hasta la ciudad de San Miguel, eran las nueve y
media de la mañana, entre cantos,risas, conversaciones, mientras todavía no se
les acababa la batería, luego no se sabe si fue por el hambre pero hubo un
silencio y solo se escuchaba el ruido del motor. Las doce del mediodía y la
ciudad de San Miguel lugar de nacimiento de nuestra fundadora nos recibió con
su tráfico pesado y con su calor habitual, nos dirigimos hacia el centro
comercial Metrocentro, una vez allí buscamos un buen establecimiento para
almorzar, nos pusimos de acuerdo en el punto de reunión y posteriormente
reiniciar el recorrido hacia Santa Tecla.
La hora de subir a los buses
había llegado realizamos el correspondiente chequeo, pero faltaba alguien, a que no adivinan ¿Quién?, fue Madre
Tomasita Orozco, después de unos minutos apareció y se vía muy
apresurada, sin perder más tiempo proseguimos, varios de los viajeros
quisieron dormir, pero el sol de la tarde tal y como dice una canción de Sabina,
“como un intruso entraba por la ventana”, haciendo imposible un sueño
placentero, sin embargo varios compañeros decidieron observar el paisaje e ir
calculando cuanto nos faltaba por recorrer rumbo al corazón de la
Congregación de Carmelitas de San José, con un poco de cansancio la tarde
y la puesta de sol dibujada en el horizonte llegamos a San Salvador, que como
toda ciudad grande en Centroamérica siempre hay tráfico, sorteando todos los
obstáculos llegamos a Santa Tecla y en el Colegio Belén fuimos recibidos por
las postulantes, luego de tan cálido recibimiento nos fuimos a nuestro lugar
donde estaríamos hospedados en una zona exclusiva de la capital salvadoreña.
El día trece de octubre el Colegio
Belén tenía una algarabía inusual, cada delegación participante preparaba su
correspondiente espacio para presentar a todos algo significativo de cada
lugar donde hay presencia de las hermanas Carmelitas de San José; participamos
en cada acto que se realizó en honor del centenario de la Congregación,
acudimos a un centro comercial llamado la Gran Vía a ser testigos de la
película de Madre Clarita, realizada para dar a conocer su vida y su obra,
asimismo en las instalaciones de la institución se realizaron diferentes actos
artísticos y culturales, el jueves trece por la noche después de todas las
actividades programadas nos presentaron el musical “Clara María”, ese que hace
pocos días se estuvo presentando en las instalaciones del Instituto San José
del Carmen.
Viernes catorce de octubre fecha cumbre de la conmemoración, fecha
exacta de la fundación de la Congregación de las Carmelitas de San José,
culminando con la misa solemne en la Iglesia Concepción, el lugar lució pletórico y engalanado por un buen marco de asistentes, fue
una celebración digna de un Centenario, las hermanas vestidas para la ocasión
con su habito de gala. Asistieron delegaciones de cada uno de los países donde
hay presencia de la obra de Madre Clarita, hermana Marleny Caballero emocionada
preguntaba, ¿Dónde están los de México, Guatemala, Costa Rica, Estados Unidos,
Colombia, Brasil, España, Italia, República Democrática del Congo, Camerún,
Angola?, y respondían con aplausos, cuando preguntó ¿Dónde está Honduras?, se
escucharon unos aplausos fuertes y nos paramos las sesenta personas que
habíamos asistido al magno evento, minutos más tarde dio inicio la misa celebrada en honor del
Centenario, al final de la celebración eucarística se procedió a dar lectura a las
felicitaciones por parte de autoridades civiles y eclesiásticas, fue emotivo
cuando hasta el Papa Francisco les hizo llegar Bendición especial por su año
jubilar a través del Nuncio Apostólico.
Una vez que finalizó el acto solemne,
los asistentes fuimos invitados a un almuerzo en el centro educativo, que había
sido adecuado para la ocasión, allí nuevamente tuvimos la oportunidad de
convivir con otros miembros de las delegaciones, sabíamos que ese era el último
acto oficial y que al día siguiente deberíamos emprender el regreso hacia
Tegucigalpa, no sin antes haber conocido algunos lugares de Santa Tecla, San
Salvador y sus alrededores, nos venimos emocionados y algunos hasta pensando
regresar a recorrer esas tierras de nuestros hermanos salvadoreños.
Sábado quince de octubre, ocho de la
mañana dejamos atrás todos los actos y experiencias vividas y emprendimos
el regreso hacia Honduras, siempre las mismas recomendaciones beber agua poco a
poco para evitar paradas repentinas, más sin embargo se realizó una parada en
la periferia de la ciudad de Cojutepeque, para comprar cocos, donde
aprovechamos todo, el agua y su comida para mitigar un poco el posible hambre
futuro, la siguiente parada fue la de rigor en la frontera,
posteriormente nos detuvimos en Sábana Grande y de allí hasta el Instituto, llegando a nuestro destino aproximadamente a las siete de la noche, con la
alegría de haber participado en la Celebración del Centenario de Fundación de
las Congregación de las Carmelitas de San José.
Amigos lectores, debo hacer una
aclaración necesaria, este fue más o menos el relato que me hiciera el profesor
Carlos Mejía, docente del Instituto San José del Carmen, cuando me describió con algunos detalles como se había desarrollado el
viaje por tierras salvadoreñas, solo me queda agradecerles a nuestros hermanos
hondureños, por compartir con todos nosotros sus anécdotas de esta travesía y decirles que a la menor oportunidad les
visitamos por allá por esa bella república llamada Honduras.
Las Madres mayores también quisieron posar para la cámara. |
La respectiva selfie con el grupo de fondo. |
Momentos antes de la misa de celebración del Centenario. |
No podía faltar el colorido de nuestros trajes típicos. |
La belleza hondureña adornando el stand. |
La sonrisa de las hondureñas cautivó a mas de alguno de los presentes. |
Siempre se estuvo alegre en todo momento. |
Profesor Carlos Mejía con Madre María Teresa de Jesús Abarca, Superiora General. |
La foto de grupo nunca debe faltar. |
En la capilla del Colegio Belén, corazón de la Congregación de Carmelitas de San José. |
Madres de la Comunidad Instituto San José del Carmen, refrescándose con un sorbete en el centro comercial la Gran Vía, Antiguo Cuscatlán, La Libertdad, El Salvador, C.A. |
Profesor Carlos Mejía y Madre Patricia Esquivel, visitando la tumba del Beato Monseñor Romero, en la Catedral Metropolitana, San Salvador, El Salvador, C.A. |
Posando en la fuente de Madre Clarita, en la Casa General, Santa Tecla, La Libertad, El Salvador, C.A. |
Amanda Hernández, Madres María de Jesús del Cid, y Superiora General María Teresa de Jesús Abarca. |
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